Primera infancia
Los primeros años de vida son el mejor momento para que las neuronas sean activadas o estimuladas, ya que el cerebro es característicamente receptivo a nuevas experiencias y está capacitado para aprovecharlas.
¿Qué es la estimulación a tiempo?
La estimulación a tiempo es “el alimento” del cerebro, que le dará los cimientos al bebé para un buen desarrollo posterior.
El cerebro se va construyendo a través de las experiencias que vivimos en los primeros años de vida las cuales afectan la estructura cerebral, estas experiencias al ser vivenciadas de manera positiva proveen las bases para una buena salud mental y emocional.
En CR3NTI trabajamos junto con las mamás y papás para crear los cimientos que los bebés necesitan en un ambiente que ofrece las condiciones necesarias para que aprendan con los siete sentidos y a su ritmo.
¿Para qué sirve la estimulación a tiempo?
Para enriquecer el desarrollo del bebé por medio de experiencias necesarias en cada área junto con mamá o papá, favoreciendo el vínculo afectivo desde los primeros años de vida. Esto garantiza un sano crecimiento emocional y cognitivo. Al mismo tiempo promueve la maduración y el desarrollo neuro-psicomotriz de la primera infancia, en donde se puede detectar y atender alguna dificultad a TIEMPO y de manera exitosa.
Evaluación del desarrollo + estimulación personalizada:
Evaluación del desarrollo + estimulación personalizada: la intervención oportuna es un aspecto de suma importancia. A través de una evaluación global e integral es posible observar todas las áreas de tú bebé (lenguaje, social, cognitivo, motor, sensorial) de esta forma se puede detectar a tiempo si necesita alguna intervención. Una vez detectadas las áreas a trabajar se continúa con una estimulación personalizada del desarrollo para madurar de manera exitosa aquellas áreas que no están bien integradas.
¿Cómo logramos cimientos sólidos?
A través de fomentar interacciones de calidad y positivas, que incluyen, contacto visual, afecto, comunicación bidireccional, escucha activa, juegos, cantos, contacto piel con piel, exploración, ayuda a que el cerebro del niño reciba el alimento necesario y las bases para un buen desarrollo.
Estas interacciones cuando se repiten a lo largo de la vida del bebé desarrollan puentes sólidos.